![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiTX7FIZVqfQRsVw9wFPxFvQQSueLZTt8y2MNi17jxtUYh-HK4jZZRErl5snjZm3wuh46xNd1pEEaM5bhne3n3d3hlGI8zsNepnhzrAyhyphenhyphenISSY71fS2V8PPIFXzcgF4qZKHXjekrDk3iL8/s320/mueble+infantil.jpg)
Estos muebles eran de madera en crudo, es decir, sin pintar. Para obtener este resultado, primero daremos una capa de pintura (esmalte satinado) del color que queramos, y una vez seca, procederemos a lijar el mueble con una lija de taco (la menos agresiva para las uñas).
Una vez lijado, tendremos una superficie fina y sin nada rugoso, a la que le daremos una segunda capa de pintura (recordad tener bien escurrido el pincel). Una vez se haya secado la pintura, volveremos a lijar. Si queremos pintar algún motivo, letra, reborde…etc ahora ya podremos. En mi caso, siempre utilizo pintura acrílica al agua, ya que es rápida, limpia y fuerte.
Una vez hecho todo, prepararemos una mezcla de cera incolora en pasta (de la empleada para lustrar los muebles) con betún de judea (recordad que cuanto más betún, más oscuro). Cuando tengamos la pasta preparada, se la aplicaremos al mueble por partes, con la ayuda de un trapo, y quitaremos el exceso con otro trapo –limpio- de algodón (siempre en la misma dirección). Una vez tengamos todo el mueble patinado, cogeremos un trapo de algodón y le sacaremos brillo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario